En su búsqueda de igualdad de derechos y normalización social, los gais italianos han llegado al extremo de pretender la obtención del carné de conducir.
Pero la administración italiana, (ver El PAÍS de 15/05/2011), en un acto de clarividencia, ha corregido con celeridad una situación que podría haberse convertido en un grave problema para sus conciudadanos.
Las negativas a tal pretensión, han evitado un sinnúmero de accidentes que de otro modo habrían tenido lugar, pues es conocida en los medios científicos internacionales la peligrosidad al volante de las personas homosexuales.
Pero claro, queda sin resolver el problema de los varones homosexuales ocultos que continúan al volante, cometiendo innumerables infracciones y poniendo en peligro la necesaria seguridad vial. ¿Cómo detectarlos?
Existe un método, que se viene aplicando con éxito en la República Checa, para la clasificación de los inmigrantes (ver EL PAÍS de 15/05/2011), que consiste en el “test falométrico”, que mediante la medición de la respuesta eréctil del varón ante la visión de imágenes pornográficas heterosexuales concluye con rigor si su orientación es homo o heterosexual.
La aplicación de esta prueba en los exámenes médicos para la renovación del carné de conducir permitiría concluir, sin margen para la duda, la orientación del solicitante, dado que la simple pregunta previa sobre su orientación sexual podría no ser concluyente.
Gracias a iniciativas administrativas y científicas como éstas, la Unión Europea recuperará pronto el lugar que le corresponde como defensora de los derechos de las personas.
Hasta la fecha no se ha podido comprobar el rumor según el cual, será también necesario para obtener el carné de conducir la declaración de las convicciones religiosas, para que sólo lo puedan obtener los pertenecientes a la Verdadera Fe, únicos que durante la conducción de vehículos contarán con Ángeles Custodios y plaza en el Paraíso en caso de accidente mortal.