09 febrero 2012

He tenido una idea: aumentar las listas de espera

He tenido una idea, que no se cómo no se le ha ocurrido a nadie, con la falta de emprendedores que tenemos y el horizonte sombrío que parece cercarnos.
Debería registrarla y cobrar por ella pero como estoy forrado (años de poltrona en la administración) la cedo de forma altruista para que cualquier gestor sanitario en apuros la utilice libremente.

Es maravillosamente simple.
Se trata de mantener en los hospitales unas buenas listas de espera, bien nutridas, para patologías quirúrgicas. Claro, seamos razonables, sólo para patologías demorables, que no hay que exagerar, pero que repercutan en la calidad de vida: artrosis de cadera, cataratas, etc.
Cuando los usuarios alcancen un cierto nivel de desesperación, se les ofrece la posibilidad de ser atendidos, antes de cuando pudiera corresponderles, si se hacen cargo de algunos gastos y en horario de tardes.
Acudirán como las moscas a la miel!




Seguro que habrá objeciones. Dirán que sanidad a dos velocidades (bueno, eso lo dirán los que van en la lenta, je, je), que si eso solo se puede hacer en servicios concertados o en régimen de concesión administrativa (eso lo dirán los que quisieran pagar y no tienen acceso a un centro con ese sistema, todavía)…

Ventajas para el gestor del centro sanitario: disminución de listas de espera, que siempre queda bien y además gracias al esfuerzo “solidario” de los que pagan, ayudando a los que no pueden hacerlo; dinerito fresco sin demoras de pagos de la administración, aumento del rendimiento de las instalaciones con lo que manteniendo los costes fijos el margen obtenido aumenta….

Un experto, José Ramón Repullo, de la Escuela Nacional de Sanidad, dice en El País (9 Feb. 2012):
“También es económicamente abusivo contra el sector público, porque los costes fijos del hospital descansan en el contrato de servicio público y sobre este apalancamiento es enormemente rentable trabajar a costes marginales mientras se factura a precios medios. El perverso resultado es que los pacientes públicos hacen una transferencia neta de su bienestar económico y de salud a los que pueden pagar.”

Menuda novedad, ni que los gestores sanitarios privados no hubieran soñado nunca estar en esa situación. Es la base de la parasitación del sistema público que hacen tantas concesiones administrativas.

Volviendo a lo mío, mi aportación es gestionar la lista de espera para garantizar un flujo constante de demanda “privada”, redondeando este sistema.
Espero haber sido útil.
De nada.

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