Pese al record de sus cinco páginas de errores, esta corrección se ha quedado corta. Es natural.
La injusticia, la inmoralidad, el abuso prepotente, la incoherencia legislativa y mucho más, no se corrigen tan fácilmente. El dolor, el desamparo, la zozobra que ocasionará la puesta en marcha de este Real Decreto Ley no tendrán reparación.
Los diputados del partido en el poder, con su voto de rebaño bien cebado, han ratificado en el Parlamento la creación de inequidades sin justificación posible más allá de la ramplonería del discurso “de sostenibilidad” que las sustenta; han aumentado la vulnerabilidad de grandes grupos sociales; han agravado la pobreza de millones de jubilados que viven con estrechez y han dado muestra de su falta de altura moral como grupo y de cada uno de ellos como persona.
Este Real Decreto Ley ha abierto una grieta profunda en nuestro sistema sanitario y en la sociedad civil. Le pondrán parches apresurados para cubrir sus vergüenzas más evidentes; violentarán el lenguaje hasta que recorte quiera decir mejora, aumento de precio “puesta en valor” y negación de la asistencia sanitaria “optimización de los recursos”.
No nos engañarán. Siempre lo dice mejor El Roto.
Este Real Decreto Ley ha abierto una grieta profunda en nuestro sistema sanitario y en la sociedad civil. Le pondrán parches apresurados para cubrir sus vergüenzas más evidentes; violentarán el lenguaje hasta que recorte quiera decir mejora, aumento de precio “puesta en valor” y negación de la asistencia sanitaria “optimización de los recursos”.
No nos engañarán. Siempre lo dice mejor El Roto.
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