23 noviembre 2011

Aportemos nuestro granito de arena


Nos dicen que la crisis es cosa de todos, culpa de nuestra mala cabeza y de nuestro ánimo derrochón. Hemos vivido como marajás y toca austeridad.
Por ello sugerimos algunas estrategias personales para, en nuestro ámbito de la salud, mejorar las cuentas.

En las comunidades donde se instaure el repago (si, eso de pagar por acudir a consultas o urgencias volviendo a pagar por lo que ya nos han cobrado en forma de impuestos) proponemos acudir masivamente a solicitar atención. Con lo que nos cobren a cada uno ayudaremos un poquito. Seguro que así disminuimos el déficit de la sanidad española. Otras medidas como racionalizar el gasto farmacéutico, hacer compras centralizadas, etc. es prematuro plantearlas seriamente.


Pacientes en lista de espera quirúrgica. La mejor ayuda es ser pacientes. O mejor aún, renunciar a la cirugía prevista. Mejor estar en la lista de espera que en la lista del paro, no? Claro que, si se está en las dos, tendremos que ir a consulta del médico de cabecera a pedir algo para los nervios. Así, como nos cobrarán un poquito por demandar servicio, aportaremos también nuestro granito de arena.



Pidamos a las administraciones que apliquen el “método gallego”. (Ver El Pais 19/11/2011) Es muy conveniente para los parados de larga duración. Consiste en inactivarles la tarjeta sanitaria para darles una nueva, “de pobre”, tras unos meses de espera. Durante ese tiempo, la asistencia sanitaria que soliciten, les será facturada. Como cada vez son más los parados, las cuentas engordarán.

En Cataluña, se inclinan por la innovación. Es una técnica compleja que consiste en bajar el sueldo a los sanitarios, cerrar centros asistenciales, aumentar las listas de espera y disminuir las plantillas. Tendrá éxito, sin duda, porque una sociedad como la catalana, laboriosa y responsable, entenderá que hay que adelgazar la sanidad para que luego engorde de nuevo.

Hay otras ideas que queremos proponer en ese empeño de tarea común (es lógico, los pobres somos muchos más que los ricos, nos ha de tocar por ello el mayor esfuerzo): un impuesto por enfermar de depresión, que se mantendrá unos meses tras el alta médica por si hubiere una recaída; colocar taxímetro en las ambulancias y situar tragaperras en las salas de espera (además de recaudar nos alegrarán con su musiquilla)

Lo dicho, estamos dispuestos a arrimar el hombro!

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