Recientemente en este blog mostrábamos nuestra disposición para, entre todos, aportar aquello que contribuyera a sanear las cuentas del sistema sanitario público y sugeríamos algunas ideas al respecto.
Nuestras aportaciones, quizá criticables por provenir de ciudadanos profanos en materia económica pero llenas de buena intención, todavía no han sido tenidas en consideración. Pero otras no menos interesantes ya se están aplicando.
Hablábamos del “método gallego”, altamente creativo, que a través de la prensa vamos conociendo estos días (ver Diario Público de 23/11/2011). Hemos sabido que las farmacias ya cobran los medicamentos a los parados a los que se les inactivó la tarjeta sanitaria para darles otra de “persona sin recursos” (técnicamente “código 29”) y también que las prótesis para discapacitados las habrán de pagar ellos mismos inicialmente para solicitar más tarde reintegro de gastos. Medida que aplaudimos porque es la única forma de evitar el derroche que suponía comprar tantas sillas de ruedas y miembros ortopédicos para amputados. Además, siempre queda la tradicional pata de palo, que puede ser fabricada por cualquier artesano local con materiales biodegradables.
Sobre todo, reconocemos la buena dirección adoptada, que no tiene en cuenta el aumento de presión y la ansiedad que provoca sobre capas sociales vulnerables, ni la amargura de las personas que de pronto, tras pagar durante años sus impuestos, se quedan desamparadas. De la crisis no se puede salir con tantas consideraciones. Como dicen los castizos: “No se puede hacer una tortilla sin romper huevos!”
Y lo del “código 29” no me digan que no es genial.
¡Es usted un código 29!
Es un calificativo inapelable
¡Ultimas noticias!: La Comunidad de Murcia retira el derecho a asistencia a inmigrantes y parados! El modelo gallego corregido y aumentado. Vamos por el buen camino.
Nuestras aportaciones, quizá criticables por provenir de ciudadanos profanos en materia económica pero llenas de buena intención, todavía no han sido tenidas en consideración. Pero otras no menos interesantes ya se están aplicando.
Hablábamos del “método gallego”, altamente creativo, que a través de la prensa vamos conociendo estos días (ver Diario Público de 23/11/2011). Hemos sabido que las farmacias ya cobran los medicamentos a los parados a los que se les inactivó la tarjeta sanitaria para darles otra de “persona sin recursos” (técnicamente “código 29”) y también que las prótesis para discapacitados las habrán de pagar ellos mismos inicialmente para solicitar más tarde reintegro de gastos. Medida que aplaudimos porque es la única forma de evitar el derroche que suponía comprar tantas sillas de ruedas y miembros ortopédicos para amputados. Además, siempre queda la tradicional pata de palo, que puede ser fabricada por cualquier artesano local con materiales biodegradables.
Sobre todo, reconocemos la buena dirección adoptada, que no tiene en cuenta el aumento de presión y la ansiedad que provoca sobre capas sociales vulnerables, ni la amargura de las personas que de pronto, tras pagar durante años sus impuestos, se quedan desamparadas. De la crisis no se puede salir con tantas consideraciones. Como dicen los castizos: “No se puede hacer una tortilla sin romper huevos!”
Y lo del “código 29” no me digan que no es genial.
¡Es usted un código 29!
Es un calificativo inapelable
¡Ultimas noticias!: La Comunidad de Murcia retira el derecho a asistencia a inmigrantes y parados! El modelo gallego corregido y aumentado. Vamos por el buen camino.
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