Ordenanza, STOP

Marta es voluntaria de Médicos del Mundo. Desde hace más de cuatro años colabora en el Programa de Prostitución en Valencia. Marta también es vecina del barrio y acude a la Asamblea de Vecinos de Velluters para reivindicar que las mujeres también tienen voz propia, porque las mujeres del barrio tienen derechos. Habla de un conflicto de convivencia, de intereses entre partes que pueden ir al unísono si tenemos la oportunidad de escucharnos. Habla de permitirnos hablar para el diálogo, de escucharnos y comprendernos; de buscar soluciones para todos y para todas.

“Velluters Sin Prostitución”, cuenta el lema que reivindica la Asociación. Colgaron pancartas de los balcones, de los postes de la luz... pancartas por todo el barrio. Manifestaciones cada mes frente al Ayuntamiento para ser escuchados: “¡Velluters Sin Prostitución!”. Escrito está el lema, pero el eco de las palabras escritas resuena diciendo: “¡Prostitutas fuera, prostitutas al paredón!”. Así lo debe sentir Patricia y muchas otras mujeres que ya se fueron. ¿Y qué será de ellas? Y eso qué más da, eso…¡a quién importa!

¿Y qué pasó después? Pues pasó que la Ordenanza Municipal por la Convivencia Ciudadana que estaba paralizada desde 2005 por falta de consenso, saldrá a la luz en breve. Así lo ha anunciado el Gobierno Municipal, tres días antes de la primera manifestación convocada por la Asociación Vecinal.

Multas para “todo quisqui” que ofrezca mecanismos a la Policía Local para intervenir y garantizar la convivencia. Multas a las mujeres, a los “clientes”, a los proxenetas… Todos dentro del mismo “saco”; “sí señor, porque yo lo digo”. Bueno, lo dice el PP y el PSPV, porque ambos, mano a mano, han llegado a su propio consenso bilateral. 

PSPV que si: “a las prostitutas no hay que multar porque son víctimas” (más o menos cuenta su discurso moral). PP que si: “todos son parte implicada y que por tanto, responsables” (más o menos de su argumentario). Y a fin de cuentas, “ni pá ti, ni pá mí”: “A las prostitutas sólo se las va a multar si son reincidentes”. Todos contentos y tema zanjado. De la “inserción de las prostitutas ya se ocupan las organizaciones sociales”, palabras que más o menos anuncia en prensa el responsable de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Valencia.

Por esto, porque hay una parte con voz propia a quién no se ha querido escuchar, las personas de Médicos del Mundo en Valencia que trabajamos mano a mano con las mujeres afectadas, queremos decir que estamos enojadas por la desconsideración hacia la realidad que están sufriendo las mujeres que están en la calle. Por la injusta situación que viven y por la injusticia de las medidas que se van a adoptar por el Gobierno Municipal. Porque van a suponer una triple “victimización” hacia las mujeres; víctimas primeras de la pobreza, también de la desigualdad y víctimas finales del ahora. Un “ahora” llamado incomprensión, discriminación y desprecio. ¿Y qué será de ellas? Y eso qué más da, eso…¡a quién importa!.

Pero Patricia, que es nombre ficticio, pero mujer y madre de verdad, seguirá preguntándose: “¿Y qué he hecho yo, si sólo buscaba mejor vida?”. Y su tristeza quedará para ella, sólo amor para sus hijos.

FIN

Judith, Médicos del Mundo Comunidad Valenciana 2012